¿Qué es para ti estar en bienestar integral? ¿Qué cosas te acercan o te alejan del bienestar integral? ¿Cuáles de ellas juzgas están dentro de tu poder de acción y cuáles afuera? ¿con qué frecuencia vives dentro del bienestar o afuera? ¿qué haces para recuperar o mantenerte en bienestar?
Estas preguntas me las formulé durante la formación como coach internacional en ILC Academy; considero que responderlas nos lleva a un autoconocimiento muy valioso en relación con la forma en la que estamos viviendo nuestra vida, independientemente de la edad o de la situación en la que estemos.
A continuación, comparto contigo algunas de mis respuestas, si te animas te invito a compartir por acá algunas de las tuyas o cualquier comentario es bienvenido
- Bienestar Integral para mi significa estar saludable física, mental y socialmente, vivir mi propósito y mis valores.
- Tener la libertad para ser yo y para hacer lo que quiero, para sentir que puedo influir sobre mi entorno y no que el entorno me tiene prisionero.
- Estar físicamente apto para realizar las actividades que me gustan, que me mantienen vivo, que disfruto, para servir a la gente y desempeñarme en mi propósito de vida.
- Tener la oportunidad de relacionarme con quienes quiero estar.
- Sentirme merecedor.
- Reconocerme capaz de transformarme e influir en lo que me pasa.
- Saber que tengo objetivos y metas me muevo hacia lo que quiero.
- Estar agradecido.
- Estudiar, aprender, formarme, crecer.
- Acompañar, guiar, servir.
- Cuando cumplo mis promesas.
- Estar en armonía con mi familia.
- Abrir espacios de entendimiento y encuentro.
- Comprometerme con la vida, porque así lo decido.
- Cuando soy útil y contribuyo con el bienestar.
- Cuando puedo descansar y divertirme.
- Al reconocerme que tengo o puedo tener los recursos para darme gustos más allá de lo estrictamente necesario.
- Hacer de mi propósito, mi trabajo y disfrutarlo.
- Al fortalecer mi red de aliados y sentirme acompañado y en confianza con ellos.
- Al tener la chispa de la ambición de ir por más.
- El saber que tengo a la mano mi refugio para cuando lo necesito, así como mis fuentes de energía.
- Al transitar por la tristeza, la frustración y la rabia sin perderme, sabiendo que puedo regresar.
- Reconocer que mis miedos me dan información de mí, aprender a procesarlos y a crecer de ellos.
- Cuando mis clientes están contentos y satisfechos.
- Que quienes quiero me quieren.
- Cuando lo que esperan de mi se ajusta a lo que quiero hacer y si no es así, aprender a negociar con amor a partir de lo que ganamos.
- Cuando me respeto y aprendo a poner límites con claridad.
- Aprender de lo que no me sale como quiero.
- Aprender a no dejar heridas o a sanarlas.
- Cuando no me siento culpable, ni estoy envuelto en dramas ni en rollos.
- Que aprendo a ser yo, a ser genuino y a ser fiel a mí mismo.
Leopoldo Romero